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Kakegoe o gritos japoneses

El mes pasado empezamos con una canción nueva donde parte de la composición incluía un silencio para gritar «yoisa». Ante esta novedad, uno de los alumnos me preguntó que qué significaba este vocablo. Efectivamente, si buscamos «yoisa» en el diccionario no encontraremos una traducción directa y literal y, es por ello, que me pareció interesante escribir este post para abordar mundo de los «kakegoe» japoneses.

Kakegoe (掛け声) generalmente se refiere a gritos y llamadas que se utilizan en representaciones de música japonesa, Kabuki teatro, y en artes marciales como kendo. –Wikiqube– 

En el caso de Barcelona Taiko, utilizamos los kakegoe en tres situaciones diferentes:

  • La primera de ellas es, como en esta canción, los kakegoe forman parte de la propia composición. Estos acompañan, sustituyen o refuerzan a determinados ritmos o silencios para enfatizar los mismos. En el caso de nuestra canción Kaka (華夏), los «yoisa» sirven como punto de inflexión y dan a la canción un aura más festiva. Los gritan todos los participantes y son un ritmo más de la propia canción. Otro ejemplo muy conocido de este uso de los kakegoe es el famoso “dokkoisho, dokkoisho” al final de los versos del tradicional “Soran Bushi”. Este uso de los kakegoe es el más habitual y, en los grupos de España en particular, podemos escuchar mucho el “sore sore”, “eisha” o “yoisha”. 
  • También hacemos el uso de los kakegoe para indicar entradas y salidas en una canción determinada. Puede significar una cuenta atrás para el final de la canción, una entrada repentina en medio de un silencio prolongado o la inclusión de un instrumento o ritmo especial. Estos gritos suelen ser más secos y por lo general los realiza un único componente del grupo. Nos encantan el “yoi”, “yosh”, “hai” o “haiyo”,  que son los más sonoros y rotundos, aunque en ocasiones necesitaremos la ayuda de un “ia”, “shi” mucho más sutiles.
  • Por último, nuestro favorito y más usado, es el kakegoe improvisado y espontáneo. Los puede gritar cualquier miembro del grupo, esté tocando o no. A veces se grita para uno mismo sacar fuerzas para seguir tocando con intensidad, en especial en un solo, y otras para animar a nuestro compañero a hacerlo. Gritar en ciertas ocasiones nos ayuda a relajarnos, disfrutar del momento, dejarnos llevar. Cuando oímos uno de esos gritos de nuestro compañero, empatizamos con él, nos da coraje a seguir y nos vincula al grupo con más intensidad.

Desde Barcelona Taiko os invitamos a que os unáis a nuestra comunidad y experimentar la maravillosa sensación de un kakegoe en el momento indicado. ¡¡¡Yosh!!!

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